jueves, 24 de abril de 2014

Gastronomía, Costumbres, Alojamiento

Gastronomía

La gastronomía de Finlandia es producto de la dureza del clima y la abundancia de la tierra. Productos como el pescado, las patatas, la carne, la mantequilla y el pan de centeno nunca faltan en la mesa.
Los pescados frescos están en la mayoría de menús del país. El lucio, la trucha, la perca, pescado blanco, salmón y arenque del Báltico son algunos destacados ejemplos que se pueden encontrar en abundancia. El cangrejo de río es otra especialidad, pero sólo disponible entre julio y agosto. Probar la carne de venado (ahumada o cocinada) es imprescindible. Sobretodo si va acompañada de jalea de arándano rojo.

Cangrejo de rio de Finlandia

Los platos típicos como el kalakukko —un pastel relleno de pescado y puerco, horneado con una capa de harina de centeno—, y el karjalan piirakat —un pastelillo de harina de centeno rellena de pudín de arroz o papas y acompañado con mantequilla de huevo— son delicias típicas del este del país.


El enrollado de canela que se consume en todo el mundo es de origen finlandés. Las sopas de frutas son muy populares en el país. Estas consisten en agua, azúcar, frutas y harina de papa. Ahora se han industrializado y se venden enlatadas.
Pan enrollado de canela_01.jpg
Pero si hay algo por lo que se conoce a Finlandia es por sus bebidas alcohólicas. Aparte del tradicional vodka finlandés, los licores de bayas como el mesimarja (zarza ártica), el lakka (mora amarilla) y polar (arándano) son exquisitas opciones.
Vodka Finlandia
Costumbres
Las costumbres y convenciones sociales de Finlandia son claramente europeas, pero existen pequeñas variaciones.
Hay que quitarse los zapatos al entrar a la casa de alguien. La explicación es simple. Las casa suelen tener moqueta o parquet y dado que en Finlandia nieva y llueve bastante, la gente tiene por costumbre dejar los zapatos en el recibidor para evitar ensuciar. El no hacerlo se interpreta como una falta de respeto. Los invitados deben abstenerse a beber hasta que el anfitrión brinde por su salud con un “kippis” o “skol” (las formas de decir “¡Salud!”). El apretón de manos y el contacto visual es la forma normal de saludo.
No hay que alarmarse si la charla no fluye durante la primera media hora: los finlandeses son personas reservadas y consideran el silencio como parte de la conversación. Sin embargo, dicen las cosas de manera directa y honesta, aunque rehúyen a las controversias. Dan por hecho la puntualidad. No llegar a tiempo es muy mal visto.
Valoran la naturaleza y la paz. Como país de origen de la sauna, se acostumbra las salidas a estos locales en familia, entre amigos y hasta con socios de negocios. De hecho, muchas de las reuniones de trabajo se hacen en una sauna.
Finalmente, se acostumbra a dar propinas a los taxistas, a los asistentes de lavabo y peluqueros.

Alojamiento
Los bosques y lagos de Finlandia son un orgullo para sus habitantes. La gran oferta de alojamientos demuestra que están dispuestos a apreciar y compartir la hermosura de su tierra.
En ese sentido, existen más de 475.000 casas rurales. Muchas de ellas están ubicadas alrededor de las orillas de los lagos, pero existe un buen número cerca a las estaciones de esquí en Laponia. Una casa simple puede estar alrededor de los 20 euros la noche; mientras que una mansión puede sobrepasar los 200. Casi todas cuentan con electricidad, pero es bastante común que carezcan de agua potable. Además, lo más probable es que no haya comercios o restaurantes cerca, por lo que alquilar un coche es una necesidad. Las empresas más grandes de alquiler de casas son Lomarengas y Nettimökki.
Si quieres tener aún mayor contacto con la naturaleza, el camping es muy extendido en el país. No hay forma de quedarse sin espacio: existen más de 330 espacios dedicados al camping, de los cuales 70 trabajan durante todo el año. Estos ofrecen todos los servicios básicos.
Asimismo, en Finlandia acampar al aire libre es un derecho. Es decir, tienes la opción de poner tu tienda en cualquier bosque siempre que cumplas la ley y tengas permiso de fogatas. Así que si siempre has querido vivir del recojo de bayas y hongos o pescar tu almuerzo, esta es una opción ideal. Recuerda que acampar en invierno no es la mejor idea ya que la temperatura ronda los -20 °C.
Una opción alterna es quedarse en una granja finlandesa. No sólo tendrás servicio de camas y desayunos, sino que tendrás una excelente oportunidad para probar algo de vida rural. Existen alrededor de 150 y los precios son los más accesibles del mercado.
Sin embargo, si la comodidad de la civilización te viene bien, Finlandia cuenta con una gran red hotelera. Aparte de las cadenas internacionales usuales, existen las cadenas locales de lujo como Cumulus, Scandic y Sokos. Si quieres algo más económico, la empresa Omena ofrece una red de hoteles de autoservicio. En general los precios por habitación doble en el país varían entre los 50 a 420 euros (incluyendo impuestos).
Es importante señalar que casi todos los alojamientos de Finlandia incluyen saunas. Las horas de servicio varían, aunque generalmente son calentadas por las tardes



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